Fechas entrañables en las que el solsticio de invierno acerca a los seres aún más para celebrar juntos el nacimiento del Niño Divino con su legado de amor y humildad, válido para cualquiera, independientemente de sus creencias o de su cultura.
Y también el año que se va y el nuevo por vivir.
Con poco tiempo para atender mi blog de acuarelas y el de todos los amigos blogueros, pero con todo mi afecto y gratitud, os dejo este pequeño regalo navideño de una de mis bandas sonoras preferidas.
Carmen
Danza del Hielo - Eduardo Manostijeras